En la antigua era de los coches de caballos, el “dashboard” era la estructura protectora instalada para desviar el barro, las piedras y otros desechos que levantaban los cascos de los caballos. Servía para que los jinetes tuvieran una visión clara y sin obstáculos de su camino. Hoy, en la era digital, el concepto de dashboard (o tablero de control) ha sido adoptado por el mundo empresarial. Al igual que su propósito original, un tablero de control empresarial pretende filtrar el aluvión interminable de información y presentar sólo las métricas de rendimiento más críticas. Ahora, mientras navegamos por la era de la IA, en la que los bots se enfrentan a tareas analíticas no estructuradas, el diseño de los tableros debe evolucionar, ofreciendo estos indicadores fundamentales con una sencillez y claridad inigualable.
En medio de la revolución de la inteligencia artificial, vemos cómo los bots abordan eficazmente análisis complejos, lo que permite que nuestros tableros de control más modernos den prioridad a la sencillez y la claridad. Destacan indicadores clave de rendimiento (KPI) cuidadosamente seleccionados, optimizan los diseños para el reconocimiento visual de patrones y presentan pantallas limpias y despejadas. La interactividad se mantiene para facilitar la comprensión, no para distraer al usuario.
Cada público y objetivo requiere un enfoque único que exige una simplificación implacable. Por ejemplo, los profesionales del marketing pueden centrarse en el seguimiento de la participación, los equipos de ventas en la supervisión del progreso de los acuerdos y los departamentos financieros en la visualización de los datos financieros vitales.
La selección de los KPI requiere una aportación interfuncional dentro de una empresa, lo que ayuda a destilar enormes catálogos de datos en elementos esenciales que se alinean con los objetivos estratégicos. Es igualmente importante decidir qué métricas dejar de lado para evitar la sobrecarga de información. Las métricas que no sean inmediatamente necesarias pueden reservarse para que los robots de inteligencia artificial las analicen por encargo.
Los tableros de control, con sus diseños deliberados, pueden dirigir la atención hacia donde más se necesita. Esto incluye diseños bien pensados, un uso juicioso del color, el tamaño y el espacio en blanco. Aunque las funciones de análisis son necesarias, deben diseñarse para proporcionar información valiosa en lugar de distracciones.
Nuestro diseño de tableros de control sigue un proceso exhaustivo de 7 pasos:
Este meticuloso proceso genera tableros de control específicos que permiten a los responsables de la toma de decisiones filtrar el ruido y tomar decisiones empresariales informadas. En la era de la inteligencia artificial, el diseño de tableros de control eficaces requiere simplicidad. Al seleccionar cuidadosamente los KPI, utilizar diseños visuales pulidos e incorporar una interactividad deliberada, la atención se dirige hacia lo más importante. En medio de un inmenso mar de datos, los tableros de control actuales revelan las pocas señales cruciales, lo que permite a los directivos supervisar el rendimiento y tomar medidas decisivas cuando sea necesario.