Teléfonos públicos. Floppys. Beepers. MySpace. Casi todas las innovaciones que en algún momento se pensaron indispensables hoy día están obsoletas.
¿Pensábamos que los sitios Web iban a ser una excepción? ¿Cómo podríamos pensar que existiría internet sin sitios web? Pues nada amiguito, es momento de que te unas a nuestra misión de enterarnos cómo será el futuro del marketing digital.
-
Créelo, se avecina un futuro sin páginas web
Cuando la búsqueda por asistentes de voz fue lo último en llegar (junto con Google Glass, Alexa y Siri) los usuarios de internet se dieron cuenta que había muchas maneras de obtener información e incluso, de realizar transacciones – realidad aumentada, apps, redes sociales, voice—sin necesidad de tener que acceder un sitio web.
Este cambio se vio propiciado por el Service Oriented Architecture o bien la tecnología que mantiene a flote el internet, que se volvió más dependiente de las APIs y los servicios web para trasladar información de un lado a otro. Los Content Management Systems (CMS) independientes y plataformas con soporte API están volviéndose cada vez más relevantes. Estas herramientas son almacenadores de datos que archivan el contenido que se les expone para consumo a los usuarios en un sistema totalmente independiente (ej. Redes sociales). Al contrario de lo típico de hacer publicaciones tipo “push”, en este caso, los creadores preparan y etiquetan contenido tipo “pull” dentro del ecosistema y de esa manera se propagan los datos sin necesidad de utilizar un sitio web.
Cualquier marca podría crear tipos de contenido específico a través de una solicitud de API. Este contenido llega a donde sea que lo necesiten, esto incluye puntos de ventas descentralizados, como displays en gasolineras, y resultados de búsquedas por voz. La lista de los puntos donde pueden llegar estos datos es muy extensa, y no necesariamente incluye sitios web.
-
Un metabuscador que los domine a todos
Quizás nos sorprendería que Google tuviera cierto interés en ver el fin de los sitios web. Pero si nos fijamos ya han eliminado el click lo máximo posible, proveyendo experiencias a sus usuarios a través de sus diferentes aplicaciones, por ejemplo, en mapas. Google va como un tiro, ¿pero a qué se debe?.
Por una parte, cualquier cosa que Google propicie en el mercado va a suponer algún tipo de incentivo financiero para este gigante en la industria. Se les conoce además por monetizar impresiones e interacciones -aunque previamente se ofrecieran de forma gratuita- y así finalmente convertirse en el intermediario de cada transacción que podríamos imaginar.
Sin embargo, no descartemos que Google tenga intenciones altruistas. Si la velocidad y la experiencia del usuario son verdaderamente parte integral para la toma de decisiones de Google (Ver: Accelerated Mobile Pages, o AMP) ¿por qué entonces añadir otro click? ¿No debería ser más fácil para el usuario completar sus gestiones sin tener que dar otro click que los dirija a otra página?
-
El contenido llegará donde lo necesiten
Medios de alquiler no son medios propios. Depender completamente de third-parties, en vez de depender de tu sitio web, te coloca instantáneamente a la merced de quien esté al mando y como ya sabemos Facebook, Instagram, Amazon, entre otros no titubean a la hora de competir contra sus mismos auspiciadores.
No obstante, incluso sin ser dueño de tus propios medios digitales, sigues siendo dueño y quien está al mando de lo que se publique a través de tu plataforma. Sigues siendo tu quien escribe los mensajes, edita el contenido y recopila información. El verdadero beneficio de esto sería la propagación de tu contenido. Ya no tienes por qué esperar a que la gente venga a ti, tu marca va, a través del contenido, donde sea que la estén buscando.
Crédito: Google
El Responsive Search Ads de Google—que viene ahora siendo el formato default para ads—bien puede ser una muestra de lo que nos depara el futuro. Los anunciantes proveen datos correctos, de esta manera es que Google puede mostrarle los anuncios que corresponden a la persona correcta. Por lo que un futuro sin sitios webs se vería de la misma manera, pero más sincronizado todo como un enorme rompecabezas de contenido aprobado por las marcas para crear piezas que hagan sentido a medida en qué más nos adentramos a este universo.
-
Démosle la bienvenida a la “platformification”
Para cualquier negocio, que no pertenezca a los Fortune 500, un ecosistema de plataformas digitales provee funciones, herramientas y alcances mucho más sofisticados que lo que pudieran obtener de forma independiente. De hecho, contamos ya con un excelente ejemplo: Google My Business (GMB) que no solo permite a sus usuarios encontrar negocios por su ubicación, sino que les permite ver el aforo del local, puedes reservar mesa o incluso, interactuar directamente con ellos. Esto significa que empresas de cualquier tamaño no tienen que invertir en desarrollar infraestructuras digitales porque GMB les facilita una solución. La “platformification” permite que las marcas entiendan que no todas las responsabilidades del negocio recaen sobre ellos, sino que existen formas y plataformas de las que pueden tirar, de forma fácil y efectiva, y sin ser una pesadilla.
Tiene pinta de que Google monetizará algunos aspectos de GMB, pero, que más da, Facebook también lo hizo en su momento y hasta el día de hoy se ha probado que este modelo de negocio funciona bien. Al final, quien definirá si esto se desarrolla, o no, serán los factores macroeconómicos. Si existe la demanda suficiente, seguro que aparecerá la oferta.
La respuesta inmediata es que sí. La desaparición de los sitios web se lleva comentando varios años. ¿Pero será este año será el definitivo? No. ¿El próximo? No. ¿Algún día? Si. Los cambios de infraestructura llevan mucho tiempo, pero eventualmente pasará. Al contrario que la desaparición de las third-party cookies, Google y demás empresas no pueden simplemente dejar de adaptar sus herramientas a los sitios web, porque por el momento muy pocas marcas están adoptando esta alternativa. Esto tardará varios años en concretarse, será la desaparición definitiva de las webs tal y como las conocemos, pero no una extinción masiva.
